«Una de las “herejías” más graves que se ha ido introduciendo en el cristianismo es hacer de la Iglesia lo absoluto. Pensar que la Iglesia es lo central, la realidad ante la cual todo lo demás ha de quedar subordinado; hacer de la Iglesia el “sustitutivo” del reino de Dios.»
(José Antonio Pagola, El camino abierto por Jesús. 2. Marcos, Madrid, PPC, 2010, pág. 31)
«En un ambiente religioso hay muchas prácticas que para la mayoría serían inaceptables y poco convenientes, como pegarle un puñetazo a alguien o matarlo. Sin embargo parece que la acusación de herejía siempre será un arma aceptada por un sector del cristianismo.»
«A la herejía se la combate presentando la verdad, no se la combate atacando a personas. […] Si nos enfocamos en la herejía, poco a poco iremos perdiendo el contacto con la verdad.»