Los atributos del pueblo de Dios son primariamente atributos de Cristo

«Los atributos del pueblo de Dios (su libertad, justicia, santidad y gloria) no pertenecen primariamente o por derecho a los cristianos individuales, ni a la suma de todos los cristianos en un momento dado, ni tampoco a toda la cristiandad redimida de todos los tiempos. Son primariamente atributos de Cristo, que él comparte con quienes dependen de él.»

(C. H. Dodd, La Biblia y el hombre de hoy, Madrid: Cristiandad, 1973, pág. 90)

El asunto no es lo que pensábamos ser, sino lo que Él pensaba que fuéramos

«Decimos: “Nunca aspiré a ser un santo, solo quería ser un tipo común y corriente decente”. Y cuando decimos esto, imaginamos estar siendo humildes. […] Pero el asunto no es lo que pensábamos ser, sino lo que Él pensaba que fuéramos cuando nos hizo.»

(C. S. Lewis, Mero cristianismo, libro 4, cap. 9)

El hombre, por el Espíritu Santo y la fe, ya es lo que será en el futuro

«El principio fundamental de toda ética neotestamentaria consiste en que el hombre, por la fuerza del Espíritu Santo y por la fe en la obra de Cristo, ya es lo que será en el futuro, ya está libre de pecado, ya es santo, o sea, ya es lo que sólo se hará realidad plena en el futuro.»

(Oscar Cullmann, Cristo y el tiempo, Madrid: Cristiandad, 2008, pág. 98)